
A todos nos ha pasado por la cabeza pedir a los amigos que se asocien con nosotros. Suena tan divertido y emocionante que podemos imaginar a Steve Jobs en su garaje con sus camaradas a punto de convertirse en un hombre millonario, pero tal vez no sea tan genial esta idea. Aquí lo descubriremos.
Los amigos son geniales para la fiesta
Si los amigos en cuestión son geniales para la fiesta, pero en general, son irresponsables, tienen sus vicios, son desorganizados, desobligados, no tienen objetivos o plan de vida; olvídalos, no será fácil hacer que colaboren y tú estás poniendo en riesgo tu capital.
Los amigos que son talentosos
Si tus amigos, por el contrario, son gente talentosa, tirados para adelante, responsables, solidarios, están preparados, son buenos compañeros, confiables, inteligentes, trabajadores, cuentan con algo de capital y tienen algo que aportar a tu proyecto, ok podrían calificar, pero hace falta algo más.
Un socio debe contar con las siguientes características, si tus amigos no dan el ancho, tendrás que descartarlos de una buena vez.
- La estabilidad financiera y emocional debe ser indispensable para que sea un buen socio. Olvídate de invitar a personas inestables tanto económica como moralmente. No te culpes por querer establecer una empresa sana y ver por los intereses del negocio, si no califican, ni por error los invites, seguro lo lamentarás luego.
- Los socios deben aportar algo que tú no tienes, no sirve de nada tener a dos personas que darían exactamente lo mismo, dos directores creativos solo se entorpecen entre sí, necesitan estar ahí para ofrecer eso que tú u otro socio no pueden dar.
- Deben tener hábitos de trabajo similares a los tuyos, deben todos coincidir en horarios, días y el tiempo en el que le dediquen al negocio.
- Un socio, en general, debe ser un individuo que aporte valor al proyecto y que esté dispuesto a avanzar a medida que lo hace el negocio, por eso no es suficiente, una persona formada profesionalmente o con una trayectoria envidiable, sino una persona que, además de eso, aporte actitud positiva y ganas de crecer.
- Los socios deben ser confiables debido a que esta operación involucra dinero. Si no confías en ellos en cuestiones financieras, no funcionará.
- Los socios deben ser solidarios y participativos. Los envidiosos están absolutamente fuera de este proyecto, por el contrario, el trabajo en equipo involucra tener la capacidad de apoyarse todos entre sí, sin importar quien destaque más.
Llegó el momento de ponernos serios
Una vez que decidimos que nuestros amigos sí califican para constituir una sociedad, lo primero que debemos hacer es sentarnos y conversar seriamente sobre la inquietud de convertirnos en socios.
Hablemos de temas serios
Hablar de las condiciones económicas y legales que debemos cubrir para ello. Establecer un organigrama con las funciones de cada quién. Si los amigos están todos de acuerdo, entonces comenzar con los trámites para constituir nuestra sociedad ante un notario.
Siempre piensa que una cosa es ser buen amigo en el aspecto social que en el desarrollo de un proyecto
Es indispensable que separes el afecto, de las opiniones y a partir de condiciones observables, medibles y cuantificables, evaluar si los amigos serán buenos socios realmente. Con ello estamos salvando dos aspectos igualmente relevantes: la amistad y el negocio.