Ya sea para evitar endeudamientos o escasez en el flujo de dinero, una buena educación financiera además de darnos tranquilidad, nos da la oportunidad de invertir y convertirnos en la persona que siempre hemos querido ser.
Como sabemos, la educación es algo estructural, es decir; si bien es cierto que la familia es nuestro primer encuentro con la sociedad, la escuela y los gobiernos también cumplen un papel muy importante cuando se trata de la educación, la cual, en términos generales tiene que ver con los límites y una administración correcta de nuestras libertades, o en este caso, del dinero.
En psicoanálisis, una de las etapas que marca el fin de la niñez es cuando los pequeños son capaces de retener la orina y descargarla después de unos minutos en el baño, sin necesidad de usar pañales. Este primer paso, aunque parece poco relevante para el mundo financiero, nos sirve como ejemplo para hablar del problema verdadero en muchos jóvenes: la incontinencia financiera.
¿Qué es la incontinencia financiera?
Según el Diccionario de la lengua española, el término incontinencia se refiere a la falta de moderación. Por lo mismo, podemos definir a la incontinencia financiera, como la falta de moderación en la administración de las finanzas.
En otras palabras, es cuando no podemos dejar de gastar nuestro dinero. Esto, teniendo en cuenta que los avances médicos y tecnológicos han hecho que las vidas de las personas sean cada vez más largas, hacen de la educación financiera algo indispensable, pues de una u otra forma, tendremos que pensar en nuestras compras e inversiones con la vista puesta en el futuro y el retiro.
Las ventajas de tener una educación financiera
Desde conocer conceptos y productos financieros como los préstamos, los intereses, las deudas y las hipotecas, hasta la toma de decisiones con mayor reflexión y entendimiento, la educación financiera, entre otras cosas, nos sirve para no condicionar nuestro dinero o nuestra vida personal a las letras pequeñas de las instituciones que manejan el dinero.
Por lo tanto, la educación financiera puede ayudarnos a comparar los beneficios, las desventajas y las rentabilidad de lo que tenga que ver con el dinero y, al mismo tiempo, a plantearnos preguntas básicas sobre lo que consumimos y si realmente es necesario endeudarnos o gastar.
Vivimos en un mundo financieramente distinto
Sabemos que los avances tecnológicos han modificado los empleos, el consumo y los mercados financieros, por lo que las herramientas de las generaciones pasadas, si bien aún pueden ser de ayuda, es muy bien sabido que los hábitos y capacidades financieras de nuestros padres y abuelos son distintos a los nuestros .
Si le sumamos la enorme oferta de productos y servicios basados en la satisfacción instantánea y el costo elevado de compra o renta de viviendas, en ocasiones se vuelve complicado ahorrar a través de planes de pensiones o cuentas a largo plazo.
En resumen, tanto para evitar la toma de malas decisiones que puedan hipotecar nuestros hogares, como para adquirir una mayor confianza en nuestras decisiones y gestionar nuestro dinero de manera correcta, la educación financiera para jóvenes es algo indispensable. Si quieres aprender más sobre el mundo financiero, no te olvides de seguir todas las redes de Dinero llama Dinero y recuerda que con Kubo Financiero, puedes lograr todas tus metas.